jueves, 14 de mayo de 2009

El Sexismo en el lenguaje
El lenguaje es la manera que tienen las personas de comunicarse entre sí, de expresarse, es el medio idóneo para cualificar y calificar los objetos y fenómenos que existen en el mundo que le rodea, así como la forma de objetivar sus ideas, sus pensamientos, sus puntos de vistas.
“El lenguaje constituye un sistema de símbolos o de signos de los objetos de la realidad, de sus propiedades y nexos, que representa un instrumento imprescindible del pensamiento humano”.(Colectivo de Autores: Lecciones de FML, pág. 233, Editorial Félix Varela, La Habana, 2003).
El lenguaje como realidad inmediata a través del cual las personas expresan de manera verbal o escrita sus ideas, se trasmite toda la cultura acumulada por la humanidad; es una forma de perpetuar los estereotipos de género, por estar presente siempre de una u otra forma en la actividad pensante humana. Según los clásicos del marxismo es la envoltura material del pensamiento.
El lenguaje que aparece en los textos utiliza lo masculino como genérico, donde aparentemente integra tanto al masculino como al femenino, subsumiéndose de esta manera u omitiéndose lo femenino.
Otra de las formas sexistas del lenguaje se pone de manifiesto en el uso del masculino para nombrar un colectivo, donde aparecen personas de ambos sexos, o cuando la mayoría de las personas que lo integran son mujeres, se produce un uso y abuso del masculino, diluyéndose la identidad femenina.
Otra forma sexista del lenguaje está cuando nos referimos al uso de algunos términos que para el caso de lo femenino tiene un significado negativo, por ejemplo Hombre de la calle” y “Mujer de la calle”, da la idea de una mujer que se ha dedicado a la prostitución, a llevar una vida desordenada, que se ha tirado como se dice “por la calle del medio”.
“Esta utilización abusiva del masculino no hace más que reforzar el papel predominante del varón como el más importante, poniendo de manifiesto las conexiones entre pensamiento y lenguaje, puesto que nuestro lenguaje representa externamente la estructura de nuestro pensamiento. Esta conexión la podemos encontrar en determinadas situaciones donde el lenguaje condiciona el éxito de determinadas tareas al incitar a utilizar estrategias estereotipadas que impiden el encuentro de la solución correcta.” (Garcia Carmen. CEAPA Educación no sexista).
El carácter sexista del lenguaje está dado en que la propia sociedad, la propia cultura que adquiere el individuo que se desarrolla tiene también un carácter sexista, que va evolucionando con los propios cambios que se van generando en ella.
Sexismo en los textos
Como señala Santos Guerra (1996), “el libro de texto es un recurso privilegiado para analizar el sexismo escolar…, es tomado como punto de referencia de aprendizaje,… puede ser utilizado en solitario; además tiene un carácter prescriptito dado que constituye un referente directo del aprendizaje”.
El sexismo en los textos se puede identificar cuando en los mismos se encuentran ilustraciones donde se representan a los hombres y las mujeres, desarrollando roles tradicionales, estereotipados que no reflejan las diversas actividades que pueden desarrollar tanto hombres como mujeres. “Ésta es una manifestación del sexismo, donde se pone de manifiesto la negación de la realidad social y de la diversidad de las situaciones, con la consiguiente presentación de las imágenes y de los roles tradicionales masculinos y femeninos”.
Los libros de textos reflejan de una u otra forma la realidad, y en esta misma dirección deben contribuir a educar a las nuevas generaciones en la igualdad entre los sexos, además constituye un medio importante para eliminar todo tipo de sexismo.
La visión androcéntrica contribuye a la invisibilización de los aportes que desde el punto de vista científicos han realizado las mujeres, por lo que es importante y conveniente la revisión crítica del sistema sexo-género.
En el caso nuestro existen diferentes estudios e investigaciones que ponen al descubierto como las figuras femeninas están menos representadas, apareciendo en roles que son considerados del ámbito de lo doméstico, del mundo privado: se ven reflejadas lavando platos, en la cocina, cuidando de los niños; legitimando actividades estereotipadas o de menor importancia, que la cultura patriarcal ha creado durante muchos siglos de discriminación femenina, dando más importancia a lo público, al mundo de lo masculino.
No es la escuela la única trasmisora de una educación sexista, pero sí es la máxima responsable de educar en igualdad de género y eliminar aquellos contenidos que tienen efectos discriminatorios en el alumnado.
Fuente: Lic Isabel Reinoso Castillo de la Sede Universitaria Municipal “Hermanos Saíz Montes de Oca” Consolación de Sur, Cuba. Publicada originalmente en Gestiópolis y republicada en Mujeres de Empresa bajo el título: El sexismo en el lenguaje y distribuído bajo una Licencia Creative Commons

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